Martes 10 mayo
Esta
mañana, de nuevo, había cola en la puerta antes de abrir el Centro de
Salud. La incidencia Covid se está
disparando de una manera vertiginosa en Sevilla
tras las fiestas de primavera, Semana Santa y Feria. Podemos decir sin
temor a equivocarnos que ya estamos en la séptima ola. Esta mañana se han
atendido 137 pacientes en la consulta de urgencias, la gran mayoría por Covid.
Es una locura. La gran mayoría han
estado en la Feria, sin guardar las más elementales medidas de prevención;
comienzan con moco, dolor de garganta y algo de tos y corren a solicitar
atención urgente con el medico, para que les diga lo que ellos saben, que se
han contagiado de Covid. Este modelo de atención no hay sistema sanitario ni
profesionales que lo resistan Otro
motivo para que la Medicina de Familia no sea atractiva para los médicos
jóvenes.
En
consulta atiendo además, muchas personas mayores que consultan por sus cosas,
sus dolores, su falta de energía, su inestabilidad, sabiendo que no tienen
cura, conformándose con que su médico les oiga y les anime....Solo precisan que
se medico les dedique algo de tiempo, algo de lo que carecemos más cada día...
Atiendo a la hija de Juan, de 84 años, que estamos estudiando por síndrome constitucional con pérdida significativa de peso y de apetito y marcadores tumorales muy elevados. Le hemos conseguido programar un Tac toracoabdominal en tiempo récord. Estaba citado para ayer. Cuando acudía a casa de su hija para que lo acompañara al hospital para hacerse el TAC fue abordado por 2 hombres que lo embaucaron con el timo del tocomocho, lo metieron en un coche y lo llevaron a 2 bancos de pueblos limítrofes para sacar dinero, dejándolo abandonado en uno de ellos. No pudo acudir al hospital y le hemos vuelto a gestionar la prueba para el lunes próximo.
Por la tarde, doblo 4 horas de consulta telefónica, la mayoría por tramites administrativos. Una paciente, que solicita la baja laboral por Covid, me dice que lo ha cogido en la Feria, como todos los sevillanos.
Entra en mi consulta mi hija Luna. Es médica
de familia, como yo, y trabaja conmigo desde hace unos meses. Nadie puede saber
(si no lo ha vivido), la satisfacción
que produce trabajar junto a tu hija, comentar pacientes, ayudarla a tomar
decisiones que la experiencia ha hecho que para mi sean más claras y fáciles.
Me llena de orgullo verla atender a sus pacientes, con conocimiento, seguridad, amabilidad y cariño. Orgullo de padre
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