Viernes 3 de Junio
Mi
último día de trabajo.....Todos me preguntan que como me siento y no tengo una
respuesta clara ni para mí ni para ellos. Me siento bien, creo que feliz (no
eufórico), algo nostálgico ( no en exceso,), agradecido por las muestras de
reconocimiento y cariño que voy recibiendo desde que anuncié que me jubilaba.
Creo que no soy realmente consciente (ni quiero serlo), de que hoy es el último
día que paso mi consulta como médico de familia . Me sigo sintiendo medico, y
creo que esa sensación me va a acompañar
todavía durante bastante tiempo.
Atiendo a mis pacientes, dedicándoles más tiempo del habitual, como si no quisiera que se fueran. Voy con retraso y a las 2 hemos quedado con los compañeros del centro para tomar una cervecita de despedida. Pero cada paciente requiere su tiempo, y hoy yo requiero quizás un poco mas. Muchas despedidas, algún lamento (" y ahora que va a ser de nosotros cuando usted se jubile”.), algunas lagrimas de pacientes mayores, mucha emoción contenida. Atiendo a Ana, la paciente con alteración analítica compatible con hepatopatía alcohólica. Acude con su nieta. Ana es frutera, no tiene analítica previa, y responde que no bebe, que lo normal, que unas cervecitas y un vasito de vino en las comidas. Sus ojos mienten....le solicito ecografía preferente y amplio las pruebas . Al salir de la consulta, cerca de las 2 y media, veo a Roque, de 86 años. Tenia cita a las 10 y cuarto, pero pensaba que era a las 2 y cuarto y ha llegado hace un rato. Lo atiendo, es mi último paciente, no le digo que me jubilo, no quiero que se emocione más, que Roque es muy sentido....
Entro
en la sala de reuniones y están ya la mayoría de compañeros esperándome.
He preparado unas tapitas, cervezas
heladas y rebujito fresquito. Las compis han organizado la mesa, que parece de
gala...Abrazo a compañeras que ya no están en el centro que han venido a
despedirme, También están Rocío y Pedro, mis residentes.
Recibo mensajes y llamadas de otros compañeros que no han podido venir, con los
mejores deseos para mi nueva etapa. Al
fondo de la sala, veo 2 árboles frutales preciosos, un cerezo y un melocotonero.
Los han comprado para mi, como recuerdo
dicen, como si fuera necesario...Nos hacemos fotos, hablamos, reímos...Avanzada
la tarde nos despedimos. Comparto muchos besos y muchos abrazos, pero hay uno
que es especial, muy especial, pero eso queda para mí....Ya en la calle me doy
cuenta que sigo con el pijama de médico. Monto en el coche y voy para casa sin quitármelo.....
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