Viernes 13 de mayo.
A
primera hora tenemos reunión con el equipo de soporte de Cuidados Paliativos
del distrito. Revisamos los protocolos de atención en domicilio y los sistemas de registro y
reiteran su disponibilidad para cualquier situación compleja que se nos
presente en la atención.
A media mañana tenia citada a Luisa, de 50 años, que está preocupada porque lleva un tiempo con dificultad para centrarse en su trabajo y con olvidos frecuentes en situaciones cotidianas. Trabaja en recursos humanos y lleva el control del personal, y teme que le afecte a su trabajo. Después de una exploración física le aplicamos el Mini mental y el test de las fotos, ambos con resultados de absoluta normalidad. Le solicitamos una analítica general, tranquilizándola.
Atiendo a Elena, con trocanteritis, a quien infiltro, y a Antonio, muy preocupado por unas vesículas perladas que se ha visto en el sueco balanoprepucial, y que a sus 20 años, teme que la hayan pegado algo. Cuando le explico que son las glándulas de Tyson y que es normal que las tenga, casi rompe a llorar. Así, vamos atendiendo a otros 36 pacientes hasta las 2 de la tarde...
Al rato entra Noe, mi enfermera, que viene de visitar a Josefa, nuestra paciente oncológica con cáncer de boca. Quiere hablar conmigo. Quiere solicitar la eutanasia. Es viernes, son las 3 de la tarde. El lunes tengo el día libre. Hasta el martes......
No hay comentarios:
Publicar un comentario